15.8.10

Carta a una desconocida

Querida desconocida:
El día que nos conozcamos no va a ser especial. Será un día normal como otro cualquiera. Pasarán varios días, meses, años hasta que ocurra o puede que incluso ya te conozca. No sé en qué te fijaras tú, pero yo me fijaré en tu sonrisa, en tu forma de andar, en lo ilusionada que estás por hacer eso que tanto deseas, en tus piernas, si te acercas un poco hasta intentaré oler tu pelo... En fin, en lo que siempre me fijo. Buscaremos la mirada, sin pensarlo, de forma natural, está escrito en nuestro instinto. Y entonces sí, ese día, a partir de ese instante, será diferente. No lo sabré hasta muchos años después, cuando te mire por última vez, que recordaré la primera, entonces sabré que ese día era especial y esta carta perderá el anonimato de su destinatario. No, no sabré valorar el momento. Sentiré emoción, la adrenalina se apoderará de nuestros cerebros, te besaré, pensaré, como en tantos otros momentos en que tu corazón te engaña, que has encontrado a alguien al que realmente le gustá tu café, pero no, ese día no te está engañando y lo peor es que todavía no lo sabes.
No hay forma de comprobarlo Srta. Desconocida. No hay forma de saber quién eres ni de saber el día. Por eso tampoco podré elegir la ropa, ni el perfume, ni siquiera prepararme una buena frase. Tal vez te ví ayer por la calle, tal vez nos cruzamos de pequeños paseando algún verano por la playa, tal vez el amigo del amigo del amigo del amigo es también amigo nuestro o tal vez, maldito mi sino porque entonces moriré triste y solo, no existas.

No hay comentarios: