21.5.09

Amor, ¿por qué?

Hacía mucho tiempo que no pasaba. Me gusta jugar a la seducción, pero sé dónde está el límite, nunca juego con fuego, no me gusta que nadie se queme.
Ésta vez me parece oir unos golpecitos secos que se pelean por diferenciarse entre tanto pum-pum y pum-pum de mi corazón. ¡Qué dulce sentirlo! Las palabras "ilusión" y "felicidad" se ponen de moda en tu vocabolario.
Abro la puerta y busco una mirada al otro lado. Seis semanas buscando.
Me enseñaron así, cerrarse en uno mismo sólo lleva a tu propia distrofia.
Compruebo otra vez, con sorpresa, y ya no sólo con ojos, sino con todos mis sentidos... no hay nadie.
Duele.
Pienso "Ésto no me puede estar pasando, no lo merezco. ¡Qué macabro castigo poder tocar su piel y besarla y oir su voz y oler su pelo y... no estar en su corazón! Algo va mal, debe ser él, el Amor".

En vez de entristecerme más por mi sino, aprieto los puños y extrujo mi cerebro: "De ésta tienes que aprender, Dani." - me digo a mí mismo. Pero cuando das tanto y recibes tan poco, además de gritar "¿por qué eres tan gilipollas?" unas cuántas veces, después no te queda otra que llorar y atrapar las lágrimas en tu mano, aunque sólo sea un poco, porque sabes que en el fondo nunca aprenderás. No es un defecto de mi persona enamorarse de una persona y de un sueño, no es una enfermedad, así que no lo puedo corregir ni curar. En realidad, prefiero pensar que es una virtud.

Cómo cambian de rápido las cosas cuándo está jugando el amor en tu partida, ingenuamente crees que estáis hechos el uno para el otro, ¡de veras lo crees! Te envuelves en papel de flores, le metes dentro un poco de cariño y unos cuántos sueños y te regalas en cuerpo y alma a esa otra persona, con seguridad y sinceridad. Pero un día llegas a casa con toda la verdad rebotando en tu cabeza, destrozado, herido, desfigurado, y te miras al espejo en potente y doloroso silencio, para comprobar que aún tienes la misma cara y eres la misma persona, y de paso para preguntarle, cómo si él pudiera contestar, esa eterna pregunta sin respuesta: ¿por qué?

Al menos he aprendido, y por supuesto estoy orgulloso de cómo me he comportado, de mí.

No hay comentarios: